
Toyota presentó en China una importante actualización para el Corolla, su emblemático sedán del segmento C. Esta puesta al día de la duodécima generación introduce cambios mucho más profundos que los vistos recientemente en el modelo sudamericano, con un rediseño estético total, mayor espacio interior y una evolución en su mecánica híbrida.
Un diseño con ADN de nueva generación
El nuevo Corolla para el mercado chino adopta el lenguaje de diseño más reciente de Toyota, con una estética inspirada en el Prius y la RAV4. El frontal es la zona con mayores modificaciones, donde destacan nuevas ópticas con un diseño más afilado y una firma luminosa en forma de “C”.
A los laterales se suman nuevas llantas de aleación, mientras que el sector trasero mantiene el estilo ya conocido del modelo. Esta revisión busca alinear al sedán con la identidad visual más moderna de la marca japonesa.
Crecimiento en dimensiones: Más espacio atrás

Una de las novedades más significativas es la modificación de la plataforma TNGA. Toyota decidió extender la distancia entre ejes en 5 centímetros, alcanzando ahora los 2,75 metros. Este crecimiento tiene un objetivo claro: ofrecer un mayor espacio para las piernas de los pasajeros en las plazas traseras, un aspecto muy valorado en aquel mercado. Además, para acompañar este cambio, la marca realizó ajustes específicos en la suspensión.
Salto tecnológico en el habitáculo
El interior del Corolla 2026 también presenta una evolución visible hacia la digitalización. El panel de a bordo fue rediseñado e incorpora:
- Tablero de instrumentos digital: Una pantalla de 8,8 pulgadas.
- Central multimedia: Una nueva pantalla táctil flotante de 12,9 pulgadas, que domina el centro de la consola.
Evolución mecánica: Híbrido más potente y eficiente
En el apartado mecánico, Toyota optimizó el sistema híbrido autorrecargable. El conjunto, compuesto por el motor 1.8 de ciclo Atkinson y un nuevo propulsor eléctrico, ahora entrega una potencia total de 137 caballos (superando los 122 CV de la versión que se vende en Sudamérica).
Además de la ganancia en potencia, se destaca por su eficiencia: la marca declara un consumo de apenas 4,1 litros cada 100 kilómetros, posicionándolo como una de las opciones más ahorradoras del segmento.
Para quienes prefieren la combustión tradicional, se mantiene la opción del motor naftero 2.0 de 171 CV, asociado a una caja automática CVT de diez marchas simuladas, con el sistema de engranaje específico para la primera velocidad, similar al que equipa el Corolla fabricado en Brasil.